El pasado lunes 26 de marzo, se dió a conocer
la sentencia de la causa Díaz Bessone; antes conocida como “Causa Feded” en
referencia a Agustín Feced, quien estuvo al frente de la Jefatura de Policía
durante la última dictadura.
A los imputados se los juzgó por los delitos
de homicidio, privación ilegitima de la libertad, torturas y asociación ilícita,
cometidos en el Servicio de Informaciones de la ex Jefatura de Policía.
Cuando comenzó la lectura del fallo, por
parte de la jueza Beatriz Cavallero y los jueces Otmar Paulucci y Jorge Venegas
Echagüe, una mezcla de emociones se apoderaron del lugar.
Las condenas fueron: de prisión perpetua para
Ramón
Díaz Bessone, ex comandante del II Cuerpo del Ejército, y para Rubén Lofiego,
ex oficial de policía y responsable de un centro clandestino de detenciones.
Por otra parte; Mario Marcote, José Scortechini y Ramón Vergara, ex policías,
fueron condenados a 25, 12 y 10 años de prisión respectivamente.
En un principio, la gente se mostraba
satisfecha con las penas máximas dictadas por el Tribunal Oral Federal N°2 de
Rosario, haciéndolo visible a través de abrazos, agite de banderas y gritos de
“Justicia” y “Nunca Más”. Con el correr del tiempo, esa alegría fue mermando,
creciendo así el descontento al escuchar las sentencias de menor índole en
cantidad de años. Como así también con la absolución del civil implicado Ricardo
Miguel Chomicki.
Al acto asistieron ex presos políticos como
Dante Roberti y Stella
Hernández, quien además fue testigo en la causa; así como también el
Diputado Nacional Agustín Rossi y la Diputada Provincial Alicia Gutiérrez
hermana de Ana María, una de los 30.000 desaparecidos en la última dictadura
militar. Las Madres de Plaza de Mayo, siguieron la lectura expectantes a cada detalle; mientras que afuera esperaba
una gran cantidad de personas, entre ellas grupos integrantes de los distintos
partidos políticos, organizaciones sociales y también de derechos humanos.
Todos unidos a la voz de “Cárcel Común, Perpetua y Efectiva”.
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