jueves, 22 de noviembre de 2012

Comentario personal y critica de otros autores sobre Operación Masacre.



Opinión personal:

Operación Masacre es el resultado de lo que Walsh reconstruyó a partir de los testimonios y pruebas que pudo recopilar los hechos que culminaron en el fusilamiento ilegal de civiles inocentes en 1956 a manos de las fuerzas de seguridad durante el periodo de la “Revolución Libertadora”. Con esta obra, el escritor argentino daría forma a lo que más tarde se llamaría nuevo periodismo llamado “No Ficción”, 9 años antes de que Truman Capote publicase "A sangre fría", aunque finalmente el mérito se lo llevase él. Una paradoja: Capote escribió un libro que se convirtió en un éxito de ventas, y Walsh fue liquidado y su cadáver arrojado no se sabe dónde. Es aquí cuando se ven las diferencias entre un mundo y otro. 

Su obra constituye una pieza fundamental para entender el desarrollo del periodismo y la literatura, ambos unidos en una sola cosa. Constituye la muestra de que ante la opresión, una voz se levanta entre la multitud y clama por la justicia. Una chispa de esperanza y rebeldía en el oscuro mundo sin luz. La ventana a una realidad abominable, la plasmación de un mundo injusto, de un dolor que no recibe alivio. La antítesis de un cuento de hadas. Nos enseña la realidad contada desde un lugar de compromiso, tanto con la literatura como con lo social, a veces un se olvida de que lo que se cuenta es una hecho real pero rápidamente vuelve en si cuando piensa en su autor porque su figura encierra la de un hombre con un compromiso con la justicia como pocos. No sé si Operación Masacre seria lo que es si lo hubiese escrito otra persona, con características diferentes, en un contexto diferente, sin ese espíritu de involucrarse y esa sed de justicia que tenia Walsh.

En lugares donde el poder es despótico, sin misericordia con aquellos que se atreven a levantar la mirada y sostenerla. Es entonces cuando la misión de informar es casi épica;  cuando el precio puede ser la vida. Periodistas como Rodolfo Walsh dan credibilidad a estas ideas, este escritor puso al descubierto los abusos cometidos por los sucesivos regímenes dictatoriales que asolaron Argentina durante décadas, en libros como "¿Quién mato a Rosendo?" o "Caso Satanowsky". Además él se integraría también en los distintos movimientos de resistencia que combatían a las dictaduras, siempre se consideró un revolucionario antes que un periodista. Murió el 25 de marzo de 1977, tras entregar su “Carta abierta de un escritor ala Junta Militar”, durante el tiroteo con unos soldados que pretendían capturarle, bajo el yugo del régimen conocido como “Proceso de Reorganización Nacional”, al que se enfrentó como había hecho con sus predecesores.


Síntesis de la crítica de Osvaldo Bayer:

“La conciencia es su musa”, no tengo otra forma de definir a Rodolfo Walsh. El parámetro de su vida: su conciencia.  Sus mejores cualidades literarias fueron alma y humanidad, y precisamente ésas no son las que hay que tener para ser considerado un creador literario. Por eso Walsh se les escapa a los críticos establecidos –los frígidos y los infibulados– que no lo pueden encasillar, lo califican de periodista para enviarlo al depósito de mercaderías varias. Su idioma dominaba todos los registros; le interesaba ser breve y claro para que lo comprendiese el lector pobre de novelas policiales.

Tabú y mito quedará para siempre Rodolfo Walsh entre nuestra sociedad argentina y sus mandarines culturales, por un lado, y los que divagan entre la poesía, el sueño y la justicia con sol. Walsh era un agitador, un contrabandista de la literatura, un revolucionario latinoamericano consecuente y sin prisa. Nunca le van a perdonar a Walsh: el hecho de haber quedado siempre joven, se les escapa de los moldes y las escuelas. Supo ver y desnudó a toda la sociedad argentina cuando dejó de jugar al ajedrez y se asomó a ver qué pasaba así nació Operación Masacre. En esas pocas páginas está toda esa sociedad argentina que no dejó de gobernar nunca.

Walsh no se queja: demuestra. Cuando uno lee Operación Masacre puede entender muy bien el porqué de la reacción de la juventud en los sesenta y setenta. Ahí está la raíz de la violencia. Vendrá el golpismo como profesión con aquellos protagonistas dignos de sainetes y novelones de principios de siglo. Operación Masacre es el prólogo de la tragedia que vendrá después. Aramburu y Rojas serán el prólogo de Videla y Massera. Rodolfo Walsh se convertirá de testigo en protagonista, será asesinado a balazos, como sus personajes de José León Suárez. Nuestra sociedad aplaude frenética a nuestros intelectuales que cumplen ochenta años y nos han ayudado tanto a tener siempre prestos el punto final y la obediencia debida.

Rodolfo Walsh no existe. Es sólo un personaje de ficción. El mejor personaje de la literatura argentina. Apenas un detective de novela policial para pobres. Que no va a morir nunca.


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